martes, 17 de febrero de 2015

Cómo la solidaridad ayudó a un hombre que caminaba 33 km para ir a trabajar

James Robertson, un hombre de 56 años residente en Detroit (EE.UU), debía caminar cada día 33 kilómetros para llegar a su trabajo en una fábrica de plásticos. Debía levantarse a las 8 de la mañana para llegar a la fábrica a las 14:00 porque no podía comprarse un coche y no había medios de transporte públicos que hicieran su recorrido. Llegaba a casa diariamente a las 4 de la mañana, para, dos horas después, volver a levantarse.

Pero según informó el Huffington Post, su vida dio un vuelco inesperado cuando su historia llegó a oídos de un estudiante de la Wayne State University de Detroit, Evan Leedy. Éste comenzó un proyecto de crowdfunding que funcionaba mediante donaciones. La campaña preveía una recaudación máxima de 5000 dólares. Para sorpresa de Leedy, pronto superó los 200000 dólares.

La revista People habló con Robertson para conocer su reacción, a lo que James respondió que estaba aturdido por la solidaridad de la gente. "¿Quién habría imaginado que un simple paseo terminaría en esto?" exclamaba Robertson. "Me tomo esto como una señal de que es el momento de volver a conducir de nuevo y dormir más de dos horas".

Robertson explicó a la CBS que la forma que tenía de motivarse cada mañana era la autodisciplina y tener claras sus metas. "Si quieres algo, tienes que ir a por ello", declaró.

Con el dinero recaudado podría acceder a coches de alta gama, pero Robertson prefiere algo más sencillo. "Me gustan los Ford, me acuerdo del Taurus", decía.

Fuente: Huffington Post

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