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| Guadalupe Iglesias / El Mundo |
Guadalupe Iglesias dejó de ver cuando cumplió 40 años, debido a una patología congénita denominada retinosis
pigmentaria. Como Guadalupe, otros tres pacientes españoles consiguieron recuperar parte de la visión mediante una innovadora práctica médica utilizando un ojo biónico.
La intervención puede durar hasta cuatro horas, y se trata de implantar un chip en la superficie de la retina. Las imágenes con captadas en vídeo mediante una cámara diminuta situada en el interior de unas gafas de sol que el paciente puede llevar el tiempo que quiera durante el día. Estas imágenes son posteriormente enviadas al microchip, que consta de 60 electrodos. Los electrodos realizan una función similar a la de los bastones y los conos, y transmiten la información de las células de la retina al cerebro. Así, el paciente consigue percibir luces a nivel cerebral. Los pacientes deben acostumbrarse a estos nuevos estímulos para lograr interpretar las formas que se presentan ante ellos.
pigmentaria. Como Guadalupe, otros tres pacientes españoles consiguieron recuperar parte de la visión mediante una innovadora práctica médica utilizando un ojo biónico.
La intervención puede durar hasta cuatro horas, y se trata de implantar un chip en la superficie de la retina. Las imágenes con captadas en vídeo mediante una cámara diminuta situada en el interior de unas gafas de sol que el paciente puede llevar el tiempo que quiera durante el día. Estas imágenes son posteriormente enviadas al microchip, que consta de 60 electrodos. Los electrodos realizan una función similar a la de los bastones y los conos, y transmiten la información de las células de la retina al cerebro. Así, el paciente consigue percibir luces a nivel cerebral. Los pacientes deben acostumbrarse a estos nuevos estímulos para lograr interpretar las formas que se presentan ante ellos.
Es el primer paso hacia el mundo de la tecnogenética, disciplina que se está desarrollando lentamente en el mundo de la medicina. La tecnogenética experimenta, como su nombre indica, con la aplicación de los avances tecnológicos en la genética para mejorar artificialmente elementos biológicos del organismo. Ésta es una de las primeras prácticas aplicadas a la medicina que consigue tener éxito.
Para Guadalupe, la operación ha supuesto un cambio absoluto en su vida. A pesar de sentirse "ansiosa" antes de la operación, el apoyo de sus familiares y amigos y la confianza en los médicos hicieron que, por encima de los nervios, se sintiese ilusionada de someterse a este nuevo tratamiento.
Aclara que, a pesar de sólo poder percibir luces y sombras, el ojo biónico le ha devuelto la felicidad a ella y su familia. "Es una gran herramienta que te ayuda, estoy muy feliz y mi familia también", declaraba a La Información.
Fuente: Antena 3, lainformacion.com
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