lunes, 11 de noviembre de 2013

Gana la lotería y nos da una lección moral.

Ron Elliot, de Sutton, Inglaterra, ganó el pasado sábado la lotería, que tenía un premio estimado en 7.9 millones de libras. El hombre, de 67 años, volvió a su trabajo al día siguiente como si nada hubiera pasado. Lejos de vacaciones lujosas, coches caros y mansiones imposibles, Elliot cumplió con su horario laboral cuidando ancianos en una residencia apenas 24 horas después de coronarse como el ganador del sorteo.
"Los ancianos me necesitan" declaraba al Daily Mirror el pasado domingo. El padre y abuelo de dos nietos dice que no planea retirarse, a pesar de su fortuna. Tan sólo quiere comprarse una casa para él y pagar la hipoteca de su hijo.
"Encuentro este trabajo muy satisfactorio. Si no lo disfrutase, ya me habría ido" decía Ron. "Ahora estoy en una posición en la que si quiero irme, puedo hacerlo. Pero quiero seguir. Mis clientes sufren demencia y tienen pérdidas de memoria. No les importa que haya ganado la lotería, siguen necesitando los mismos cuidados".
Elliot, que perdió a su mujer hace 41 años, juega a la lotería todas las semanas desde 1994. Sin embargo, ganarla no cambiará demasiado su vida, declara.
"No tengo que preocuparme más de lo que haga mientras tenga dinero en el banco. Ahora puedo concentrarme en tener buen trato con los compañeros del trabajo y cuidar de mis pacientes. Estamos mirando a ver si hay suerte y podemos mejorar las condiciones de los ancianos antes de Navidad."

Fuente: http://www.huffingtonpost.com/2013/11/08/ron-elliott-lottery_n_4228180.html?utm_hp_ref=good-news

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