En Malawi no cuentan con recursos energéticos, las noches eran oscuras y frías, hasta que llegó este molino de viento, de 5 metros de altura, realizado con materiales reciclados, el cuadro de una bicicleta y unos tubos de plástico. Tras varios intentos fallidos y cortocircuitos, el molino logró iluminar 4 bombillas, e hizo funcionar dos radios. Este evento marcó un antes y un después en la vida de William. Al no contar con los recursos suficientes para pagar su educación (80 dólares anuales), estudió en la biblioteca local por libre, y encontró el libro "Using energy" (Utilizando la energía), lo que le dio las pautas para realizar su obra maestra. Tras esta hazaña, un periódico local recogió su historia como noticia principal, y en 2006 ya se había extendido al resto del mundo. En 2008 se realizó un corto acerca de esta historia, "Moving Windmills", del mismo director, y tuvo una grata recepción por parte de la crítica.
Ahora, con ayuda de Bryan Mealer, William recorre EEUU presentando su libro, "El niño que utilizó el viento", además de realizar diversas conferencias. Aún hoy, William se emociona al hablar en público ante tantos "asungus", o personas blancas, que le escuchan desde la admiración.
Así, William Kamkwamba se ha convertido en un héroe nacional, demostrando que con trabajo duro y esfuerzo puedes salir de casi cualquier situación, por muy difícil de parezca. Sus palabras al resumir su hazaña fueron "I tried it and I made it" (Lo intenté y lo hice). Todo un ejemplo de superación.
Fuente: http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2013/03/el-viento-soplo-diferente.html
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