lunes, 27 de enero de 2014

Neoyorkinos viajan 12 horas para llevar agua limpia a West Virginia

Cartel de la iglesia de Clendenin
En West Virginia, una fuga química dejó a 300.000 ciudadanos sin agua potable. Al enterarse del terrible suceso, Angelina Sarro, una estudiante del instituto East Rockaway, en Nueva York, acudió a su profesor de sociología, Don Poland. El pasado año, Poland llevó a sus estudiantes a prestar ayuda
tras el tornado de Oklahoma. Y Don sabía perfectamente lo que debía hacer.
Condujo por los alrededores del East Rockaway, recolectando donaciones mediante una carpa solidaria, donde los padres y los estudiantes podían dejar botellas y garrafas de agua.
En una semana, recolectaron 227 botellas y cerca de 100 garrafas. Tras esto, Sarro, su padre, Frank Sarro, y el profesor Poland condujeron en su caravana para llevar el agua a West Virginia.
Al llegar a la población de Clendenin, todo estaba cerrado, y no encontraron a ningún ciudadano. "Era como una ciudad fantasma" declaraba Poland. Llegaron a las puertas de una iglesia, donde se encontraba el pastor Charles LaRue, quien les ayudó a descargar el camión, y donó todo el agua a sus ciudadanos, en lugar de venderla.
Las personas que se encontraban en la iglesia donaron dinero para que sus nuevos amigos de Nueva York pudieran volver a casa.
En el letrero principal de la iglesia, LaRue dejó un mensaje de despedida para ellos: "Gracias East Rockaway, Nueva York, por el agua. Que Dios os bendiga".

Fuente: http://www.huffingtonpost.com/2014/01/23/new-yorkers-bring-clean-water-to-people-in-west-virginia_n_4654555.html?utm_hp_ref=good-news

lunes, 20 de enero de 2014

Un extraño evita que se suicide, y ahora lo busca para darle las gracias.

Jonny Benjamin, ahora con 26 años
Hace seis años, Jonny Benjamin, un joven inglés de 26 años, casi salta desde el puente de Waterloo, en
Londres, para acabar con su vida.
Benjamin había sido diagnosticado previamente con un trastorno psicoafectivo, según un post que él mismo escribió en el blog del Huffington Post inglés en jueves. Benjamin explicaba que, al enterarse de su diagnóstico, no pudo afrontarlo, por lo que decidió suicidarse.
Pero, justo antes de saltar, un desconocido se acercó a él, según la Rethink Mental Illness, una organización que da apoyo a las personas con trastornos mentales, de la cual Jonny se ha convertido en embajador.
"El hombre me dijo" decía Jonny a la BBC Radio 4 "Por favor, no hagas esto, amigo. Puedes salir de ésta. Puedes ponerte mejor. Vamos a tomar un café y hablemos de esto". Mientras, las autoridades esperaban con el corazón en un puño a que Benjamin bajara del puente. Y así fue. El joven, aturdido, volvió a la cima del puente, y los servicios médicos le trasladaron al hospital para comprobar su estado.
Ahora, Jonny, quien ya ha conseguido lidiar con su enfermedad, está ahora en busca de ese buen samaritano que le salvó la vida, aquella tarde, en el puente de Waterloo. Para llevar a cabo la búsqueda, ha creado todo un movimiento en las redes sociales, #FindMike, con la Rethink Mental Illness, ya que no recuerda su nombre de pila real. "Fue la primera persona que me dio esperanza" decía al Huffington Post "Sus palabras fueron el comienzo de mi recuperación".

Fuente:  http://www.huffingtonpost.com/2014/01/17/jonny-benjamin-finding-mike_n_4618605.html?utm_hp_ref=good-news

lunes, 13 de enero de 2014

Un viudo paga la cena de una joven pareja y deja una carta que te romperá el corazón

El pasado miércoles, una joven pareja estaba cenando en un establecimiento cuando el camarero les comunicó que su cena estaba pagada. A continuación, les entregó esta nota:


En ella, un hombre explicaba: "¡Hola! No me conocen, pero mi preciosa mujer (Carol) de 43 años murió la semana pasada. Hoy he cenado solo por primera vez. Vosotros me recordáis a cómo éramos nosotros hace muchos años. Por favor permitidme pagar vuestra cena. ¡Disfrutadla! Pondrá una sonrisa en la cara de Carol y me hará feliz... por ahora. ¡Feliz año nuevo! Lee B."

Conmovido por esto, un hombre de Kentucky llamado Seth Collins ha convertido la última voluntad de su hermano, ahora fallecido, realidad: dejar a alguien una propina increíble. Collins está viajando por todos los Estados Unidos, obsequiando a los camareros con 500 dólares de propina en cada establecimiento.

No son las tragedias lo que nos define, si no la manera que tenemos de afrontarlas.

martes, 7 de enero de 2014

Superviviente del Holocausto conoce a su salvador 70 años después

Marsha Kreuzman aún recuerda, 70 años después, el momento en el que, tumbada en el suelo del campo de concentración nazi en el que estaba destinada, quería morir. Había perdido a sus padres y su hermano a manos de los alemanes, de las maneras más terribles que jamás podría imaginar. Su padre y su hermano fueron asesinados en su presencia, y su madre fue la primera pérdida de la familia. Los nazis la obligaban a hacer los trabajos más duros, y cuando le era imposible, la castigaban sin piedad. Fue destinada a Mauthausen para finalizar su vida, y allí esperaba, sin esperanza, esa muerte que parecía tan tranquila, en comparación con su trágica situación.
En ese momento, un soldado americano la recogió del suelo, la abrazó y dijo "Ya eres libre". Después, Marsha fue trasladada a un hospital de la zona, donde fue cuidada hasta que estuvo completamente curada.
Desde entonces, Kreuzman, que ya ha cumplido 90 años, ha estado toda su vida buscando a ese soldado, para honrar su acto heroico y agradecerle en condiciones. Hace un mes, el reencuentro fue posible casi por casualidad.
Tras la guerra, Marsha se mudó a Inglaterra para luego trasladarse a Estados Unidos. Allí se convirtió en enfermera, y trabajaba en Nueva Jersey. Al mismo tiempo, el soldado salvador, Joe Barbella, construía la casa de sus sueños junto a su mujer, Anne.
70 años después, y tras varios intentos fallidos por parte de Marsha de encontrar a Joe, ésta vio un anuncio en un periódico del 65 aniversario de bodas de Joe y Anne Barbella. El anuncio decía:
"El veterano de la Segunda Guerra Mundial, Joseph, trabajó en la División 11, la cual liberó a los prisioneros del campo de concentración Mauthausen".
Al día siguiente, Marsha, con lágrimas en los ojos, llamó a los Barbella. Le dijo a Anne que era una de las judías que Joe liberó. Ambas acordaron un encuentro la semana siguiente en casa de los Barbella.
Kreuzman asegura que la acogieron con los brazos abiertos. La charla duró dos horas, y ambos sienten que se conocen de toda la vida. Ahora, son amigos, aunque Joe es algo tímido con lo referido a su acto heroico: "Sólo soy un soldado normal" aseguraba.
Ahora, Marsha y Joe celebran juntos las Navidades con sus familias, y ella le ha comprado varios regalos: "Merece ser recompensado" declara.

Fuente: http://www.huffingtonpost.com/2014/01/04/holocaust-survivor-meets-liberator_n_4537285.html?utm_hp_ref=good-news&ir=Good%20News