Para esto, se han centrado en el estudio del comportamiento humano de manera individual, haciendo especial hincapié en los nuevos patrones de conducta que hemos desarrollado desde el boom de las redes sociales e internet. Para lograrlo, el equipo de investigación contará con la colaboración de un grupo de personas que serán sometidas a distintas pruebas como dilemas sociales, situaciones de coordinación o juegos económicos para observar las distintas reacciones y hacer el simulador lo más realista posible. Así, se tratará de encontrar los patrones ocultos tras sus intenciones.
Anxo Sánchez, el responsable del proyecto y parte del grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos del departamento de Matemáticas en la UC3M, explica: "Vamos a sentar las bases para poner en marcha una nueva forma de hacer ciencia social para los problemas que surgen en una sociedad muy conectada tecnológicamente". El plan es ambicioso, puesto que la creación del simulador supondrá un cambio radical en muchas áreas humanas: "Proporcionará una base para simulaciones socioeconómicas que cambiarán radicalmente muchos campos, desde la robótica hasta la economía, con impactos tecnológicos y sociales como la formulación de políticas y toma de decisiones en cuestiones sociales urgentes".
Tras la realización de los experimentos, se pasará a recolectar distintos comportamientos humanos para así crear patrones de conducta que podrían ser aplicados a un robot, y, a la vez, prever qué va a hacer un grupo de personas ante una determinada situación. El proyecto se denomina IBSEN (Bridging The Gap: From Individual Behaviour to the Socio-Technical Man), y forma parte de una convocatoria del programa Horizon2020, propuesto por la Unión Europea. También participan científicos de las universidades de Valencia y Zaragoza.
Fuente: Europa Press
No hay comentarios:
Publicar un comentario